AGILE MINDSET
Las neurociencias aplicadas a a la agilidad, son una herramienta valiosa para los equipos ágiles, ya que el conocimiento y la comprensión de cómo funciona el cerebro humano nos permite generar intervenciones para mejorar su desempeño y su capacidad para adaptarse al cambio. Al integrar conceptos de neurociencias al agilismo, los equipos pueden mejorar su eficiencia, su eficacia y su capacidad para innovar y crecer.
Algunas de las formas en que las neurociencias pueden aplicarse a la Agilidad.
- Mejorar la comunicación: Entender cómo funciona el cerebro humano puede ayudar a los equipos de trabajo a entender cómo procesamos la información. Y se puede aplicar para mejorar la forma en que se comunican y colaboran, lo que es esencial para el éxito del agilismo.
- Aprender a manejar el estrés: El agilismo a menudo implica trabajar en plazos ajustados y con un alto nivel de incertidumbre. Las neurociencias pueden ayudar a los equipos a aprender a manejar el estrés y a estabilizarse para mantenerse enfocados y productivos, incluso en situaciones difíciles.
- Fomentar la creatividad: La neurociencia ha demostrado que la creatividad es esencial para innovar y la resolver problemas o encontrar soluciones. Los equipos ágiles pueden utilizar técnicas basadas en neurociencia para fomentar la creatividad y la innovación en sus procesos de trabajo.
- Mejorar la toma de decisiones: Los equipos pueden aprender a tomar decisiones más efectivas utilizando técnicas de neurociencia que les permitirán evaluar múltiples opciones y tomar decisiones informadas.
- Aumentar la motivación y el compromiso: Las neurociencias también pueden ayudar a los equipos a aumentar su motivación y compromiso con los objetivos del proyecto. Los equipos pueden aprender técnicas para fomentar la motivación y la conexión emocional con el trabajo, lo que puede mejorar su desempeño y su capacidad para lograr resultados exitosos.
Y… ¿Cómo podemos hacerlo?
Aquí te compartimos un ejemplo de como realizar una intervención para mejorar la comunicación basada en las neurociencias:
INICIO
Inicio de la intervención: se podría comenzar la intervención con una breve explicación sobre cómo funciona el cerebro humano en relación a la comunicación. Por ejemplo, se podría hablar sobre cómo el cerebro procesa la información verbal y no verbal, y cómo las emociones pueden afectar la forma en que se comunica.
ESCUCHAR
Actividad de escucha activa: se podría realizar una actividad de escucha activa en la que los miembros del equipo se dividen en parejas y se turnen para hablar y escuchar. Durante la actividad, se podría pedir a los miembros que presten atención a los gestos, expresiones faciales y tono de voz de su pareja, y que intenten reflejar lo que están escuchando.
JUGAR
Juego de roles: se podría realizar un juego de roles en el que los miembros del equipo tendrán que comunicar un mensaje complejo utilizando diferentes estrategias de comunicación. Por ejemplo, podrían hacerlo usando solo el lenguaje verbal, solo el lenguaje no verbal, o una combinación de ambos.
ANALIZAR
Ejercicio de retroalimentación: se podría realizar un ejercicio de retroalimentación en el que los miembros del equipo den su opinión sobre la forma en que se comunicaron los demás durante la actividad de escucha activa y el juego de roles. Este ejercicio podría ayudar a identificar fortalezas y debilidades en la comunicación del equipo.
REFLEXIONAR
Sesión de reflexión: se podría finalizar la intervención con una sesión de reflexión en la que se discutan los hallazgos y se establezcan objetivos para mejorar la comunicación en el equipo. Se podría hablar sobre cómo se pueden aplicar los principios de la comunicación efectiva en el trabajo diario y cómo se pueden superar los desafíos que pueden surgir en el futuro.
Es importante recordar que para obtener resultados óptimos, es importante adaptar la intervención a las necesidades del equipo específico y a su entorno de trabajo.